Jordi tiene 24 años, nació en
Sollana (Valencia) y estudia Ingeniería de Caminos en la Universidad
Politécnica de Valencia. Sus padres, no creyentes, no le dieron formación
religiosa alguna. Se bautizó en noviembre de 2012, después de acercarse a la fe
gracias a la que hoy es su novia, al ejemplo de otros estudiantes a los que
conoció en el Colegio Mayor Universitario Albalat y a que, rezando, se encontró
con Dios.
Jordi tiene 24 años, nació en
Sollana (Valencia) y estudia Ingeniería de Caminos en la Universidad
Politécnica de Valencia. Sus padres, no creyentes, no le dieron formación
religiosa alguna. Se bautizó en noviembre de 2012, después de acercarse a la fe
gracias a la que hoy es su novia, al ejemplo de otros estudiantes a los que
conoció en el Colegio Mayor Universitario Albalat y a que, rezando, se encontró
con Dios.
Hijo único, en su
casa apenas había escuchado hablar de la religión católica. Después de
cursar el bachillerato en un instituto de su pueblo, comenzó los estudios de
ingeniería de caminos en la Universidad Politécnica de Valencia.
Se bautizó en noviembre de 2012, después de acercarse a la fe gracias a la que hoy es su novia, Marisa. |
Así pues, quiso volver a hablar con ella,
conocerla mejor, y al hacerlo, descubrió que Marisa era católica. Así, sin más.
Simple y llanamente: creía en Dios y esa seguridad que le daba la fe le hacía
tener seguridades donde los demás y él mismo sólo encontraban dudas o ignorancia
Ahora quería saber más
El segundo encuentro con Marisa fue largo, muchas horas, y cuando se despidieron él quería saber más. Marisa frecuenta un Centro del Opus Dei. Le presentó al capellán, que le invitó a que acudiera a estudiar a la biblioteca del Colegio Mayor Universitario Albalat y le propuso charlar con él de vez en cuando para conocer mejor la religión católica
Un buen día el sacerdote le explicó que en la
capilla del Colegio Mayor, dentro del sagrario, estaba Dios, y podía hablar con
Él. Jordi no salía de su asombro. Tras la incredulidad inicial y después de
explicarle algunas cosas básicas sobre la fe, empezó a rezar, y al hacerlo
descubrió que era verdad. Dios estaba ahí, esperándole desde siempre.
Poco a poco descubrió que la fe no era vivir un
código de conducta, sino creer en Alguien que le quería, le hablaba, le
confortaba y daba sentido a toda su vida, contestando a todas las dudas e
inquietudes que le habían abordado algunas veces, sin saber qué responder.
Unos meses de catequesis
Desde entonces su vida no ha cambiado mucho.
Sigue practicando los mismos deportes, estudiando la misma carrera y saliendo
con sus amigas y amigos, aunque ya nada es igual que antes. Su vida tiene un
sentido, un porqué y un para qué. Es feliz y procura buscar ocasiones para
hacer la vida más amable a los demás, empezando por sus padres y por aquella
chica que le llamó la atención en su primer encuentro, Marisa, la que hoy es su
novia.
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