PSA Peugeot Citröen y Montecastelo comparten su compromiso por una formación técnica y humana integral.
Los antiguos alumnos que trabajan en la factoría viguesa exponen sus experiencias en este sentido.
RODRIGO AYUDE | Con medio siglo de implantación en Vigo, PSA Peugeot Citröen se ha convertido en uno de los pilares básicos de la economía gallega. Multitud de cifras avalan este hecho: la empresa crea 380.000 vehículos al año, da empleo a más de 7.500 trabajadores y su mercancía supone casi el 50%. No obstante, son otras cifras las que hacen de PSA en Vigo una gran empresa, como las 250.000 horas anuales de formación que se imparten a los trabajadores, teniendo en cuenta que son el activo más importante de la empresa y su relación directa con el mundo de la docencia. Son cientos los antiguos alumnos de Formación Profesional y Ciclos Formativos de Montecastelo, que desde el principio y hasta hoy han trabajado y trabajan en este gigante del automóvil, aportando cada día en su trabajo la formación integral – técnica y humana – recibida en las clases del Colegio.
Gran parte de los antiguos alumnos entrevistados destacan este punto, al tratarse como de una continuación de la formación integral recibida durante sus años de estudio en Montecastelo, pero ahora, en la empresa. Ramiro Paredes asegura que la formación integral de los Ciclos le ha aportado la “seriedad y disciplina” que busca la empresa. En el mismo sentido se decanta Alberto Alonso, al destacar que sus años en la Formación Profesional le dieron “un enfoque muy práctico cara a la empresa” y “unos valores muy importantes para aplicar tanto en el trabajo que desempeño como en la vida”. Su compañero en la planta, José Manuel Lavandeira, apostilla además su satisfacción por haber recibido “una formación técnica basada en los valores humanos y morales” y asegura que lo que se busca es “mas que el conocimiento, la seriedad, el rigor, el trabajo bien hecho, la perseverancia, el respeto a los demás, etc.”
Desde Montecastelo, el entorno de la calidad se trabaja en una labor constante de mentalización para futuros aprendizajes, adaptaciones o cambios de cualificación. Las avanzadas instalaciones de las que dispone el centro – taller de automatismos, taller de electrotecnia, taller de electrónica, aulas de informática y el aula de construcción de prototipos electrónicos con tecnología SMD - también permiten evaluar con mayor eficacia la calidad del trabajo. A esto se suman iniciativas como el Foro Montecastelo, que permite a los alumnos adelantarse con su formación a las exigencias empresariales. Antiguos Alumnos como Carlos Darriba dejan constancia de ello: “Montecastelo se destaca por la seriedad y el compromiso que tiene con el alumno, además de la orientación hacia el mundo laboral”. De nuevo, formación integral se identifica con proceso de calidad y con los buenos resultados.
“Durante mi estancia en Montecastelo, yo trabajaba en el turno de noche” –recuerda el antiguo alumno Rubén Gómez- “y mi tiempo libre lo utilicé en formarme en el colegio. Eso me hizo ver que con un poco de esfuerzo todo es posible”. José Manuel Lavandeira añade que “en el momento, no te das cuenta, pero con el paso del tiempo, lo que más destaca de los años de estudio en el colegio es la formación humana completa que recibe. Aunque no te des cuenta, está ahí y tiene mucha importancia”.
Son muchos los testimonios que se podrían recoger de los antiguos alumnos que trabajan o han trabajado en la fábrica de PSA en Vigo. Tantos, como cientos son los estudiantes que al abandonar el aula contribuyeron a sacar adelante el centro automovilístico desde la mejor de las formaciones posibles. Recuerdan con mucho cariño sus años de estudio, la implicación personal y profesional de cada uno de los profesores y el impulso por encontrar para cada uno de ellos la mejor de las salidas profesionales. A todos los que han podido colaborar, gracias por su tiempo.
CON VOZ PROPIA
Ramiro Paredes Vargas
Ver fotografías a la derecha
No hay comentarios:
Publicar un comentario